jueves, 20 de septiembre de 2012

Artritis (primera parte)


Causada por depósitos de calcio inorgánico en el cartílago de las articulaciones, que acaban formando unos «espolones» que producen un intenso dolor e inhiben el movimiento de la articulación; estos depósitos se deben a la incompleta digestión de alimentos incompatibles y a la acumulación de desechos tóxicos en todo el organismo; el cuerpo vierte estos minerales inorgánicos en las articulaciones, donde no contaminan la corriente sanguínea; los principales factores son un excesivo consumo de féculas concentradas y azúcares y una dieta con demasiada carne cocida. 

Jugoterapia:
Jugo de apio: Rico en sodio orgánico, que desaloja el calcio inorgánico de las articulaciones y lo mantiene disuelto hasta su eliminación por los riñones; 1/2 litro al día; 1 litro si se mezcla con jugo de zanahoria. 
Jugo de toronja: Es sumamente eficaz para la disolución de los depósitos de calcio inorgánico en las articulaciones mezclado a partes iguales con agua, 1/2­1 litro al día. 

Microdosis:
En problemas de artritis se da Papaya, Piña,  Gobernadora y Cartílago.

Ejercicios:
Tai Chi, Chi Kung.

Terapias de desintoxicación:
Cepillado de piel y frotación de agua fresca o fría con reacción de calor.

Relación emociones-enfermedad: “Tu cuerpo es lo que digieres psicológicamente”
La artritis refleja un estado prolongado de tensión debido a que no se confía y se quiere controlar "todo" y a "todos". Cuando uno esta tenso y no confía, o se cree que sólo hay una forma de pensar o ver las cosas (como las dice uno) el mensaje que se pasa al cuerpo es de estar siempre en constante alerta, cuidando al otro de que no se equivoque, cuidando de decirle como deben de hacerse las cosas. 
También: Sensación de no ser amado. Críticas, resentimientos.

El remedio: 
Confiar más en la vida y las personas, saber que cada quien está viviendo su momento muy particular en la vida y aprender a "soltar" lo que no nos corresponde. Dejar ser, dejar que los otros "se muevan" a como les place y, si solicitan acaso nuestro consejo, dárselos, pero no sin su solicitud. Cuando dejemos que la vida y las personas se muevan bajo su flujo natural y aprendan lo que tiene que aprender sin que metamos nuestra cuchara, cuando nos concentremos en nuestro "movimiento placentero" es decir, en las cosas que realmente disfrutamos y amamos hacer, entonces nos relajaremos, y nuestras articulaciones también lo harán; y podremos movernos sin dolor.

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